Rojo vino...
era de esa manera embriagadora
como empezó a fluir en las venas.
Ideas y ruegos,
poderosos impulsos inciertos,
tan atemorizantes y frágiles
como una mirada.
Quizás fué el tiempo,
guía invisible de todo,
o tal vez la lluvia renovadora.
Y al fin, como debía ser,
está más que claro el lugar.
Siempre... al final.
A pesar de todo...
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