entregas vanas del cuerpo,
la sangre quiere detenerse,
obviar el alimento de la carne,
despertar al borde de la calle,
quitar el aire que asfixia
y dejar que todo desaparezca.
Es que el silencio la consume
y el aturdimiento es vano.
Quizás es que lo ha logrado
y ya nada es lo mismo
porque todo ha ocurrido
y nada le trae, oh pérfido destino,
de vuelta su instinto.
y el aturdimiento es vano.
Quizás es que lo ha logrado
y ya nada es lo mismo
porque todo ha ocurrido
y nada le trae, oh pérfido destino,
de vuelta su instinto.
Piel y perfume, presencia y ser,
es tan lejano ese poder
que no inspira ese placer
de mirar con el sudor, corazón cruel,
esos momentos de quietud
entre los pliegos eternos del tiempo
y el olvido del anochecer. "
es tan lejano ese poder
que no inspira ese placer
de mirar con el sudor, corazón cruel,
esos momentos de quietud
entre los pliegos eternos del tiempo
y el olvido del anochecer. "
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