jueves, 1 de noviembre de 2012

Barajar y dar de nuevo... (He dicho XXVIII)

Estaba releyendo un post de Limada acerca de lo que se debiera pensar y repensar antes de escribir algo -en blog, whatsapp, facebook, twitter, etc- ya que como ella bien dice "(...) En definitiva muchos de nuestros primeros pensamientos no son más que erradas apreciaciones con tamaños monstruosos, que luego de pasadas algunas horas se transforman en pequeñas cuestiones diarias que no tienen importancia.(...)"

 Ahora... lo que me preocupa un poco no es sólo lo que ocurre mediante este uso abusivo de las redes sociales -donde se llega a límites insólitos- sino que pasa en la vida (diaria? rutinaria?), ya sea cara a cara, telefónicamente, correo... pocas veces se miden consecuencias. Y no me refiero solamente al que emite sino también al interlocutor, quien a su vez emite... y así sucesivamente. Es decir... ambos hacen lo mismo, se potencian y cuando se quieren dar cuenta se arman pelotas imposibles de manejar.

Ese es el problema, al fin y al cabo... la consecuencias. Porque puede ser que la persona (nunca nos olvidemos que hay un ser humano del otro lado, igualito a nosotros) no nos importe demasiado .aplicándose el consabido "ya fué", pero quizás sí lo sea y terminemos lastimando a quienes queremos simplemente por no ponernos en el lugar del otro o analizar un poquito la situación.
Justamente, lo de " pequeñas cuestiones diarias que no tienen importancia" es aplicable a uno mismo, mientras que a la otra persona quizás le creaste un bardo tremendo.Y -por qué no- el hacerse la cabeza con ese bardo (previamente al explote) cuando se podría haber evitado con un "ooooohhhhmmmm", una respirada profunda, contar 33, salir a ver el sol -aprovechando que no llueve-... o simplemente una pregunta.

Todo esto lo digo con un mea culpa total y absoluto. YO soy el primero en mandarme "a la que te criaste" (no soy precisamente alguien metódico). Tampoco la idea es estar "uh, si digo esto" o "uh, si hago lo otro", ya que servidor tiene demasiada experiencia en eso de sentirse observado a ver si hace tal o cual cosa por temores sobre "cómo reaccionarán" (!) y está bueno eso de "pero sí, al carajo todo", siendo ésta una experiencia liberadora si las hay -especialmente en la familia y lo laboral donde generalmente hay preconceptos- ... pero no siempre.

Digo todo esto porque poco tiempo antes que Limada escribiera ese post yo tuve una situación personal con alguien por toda una serie de malentendidos (face to face y una publicación en este espacio) que nos podríamos haber evitado... y no está bueno. No me parece que nos merezcamos estas cosas cuando sabemos perfectamente (de hecho pasó) que con un simple mail -después de un "ohhhmmm" de casi una semana, cosa que antes no hubiera ocurrido... y lo aprecio muchísimo, sé que hubo un esfuerzo enorme ahí- y una respuesta se subsanaba (subsanó) todo... o eso creo.

Y, en esos casos, me parece lo más sano barajar y dar de nuevo. Todo suma como experiencia, pero no hay que convertir esas experiencias en preconceptos. Ahí la embarramos y no me parece que sirva de mucho. Se puede partir (por ej) de un...

"Hola! No sé si te acordás de mí. Nos conocimos hace 6 años en un hostel..."


No hay comentarios: