miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ch'ora è diletto, / Ch'ora è martir...

Mientras estaba escribiendo el post anterior me vino a la mente el aria de Cherubino (Querubino), personaje de la ópera "Las bodas de Fígaro" de Mozart. Va de un adolescente que empieza a descubrir sus sentimientos amorosos, y tenía mucho que ver con el tema. Dado que es un personaje joven, generalmente lo canta una mezzosoprano. Debajo encontrarán la traducción...



"Ustedes que saben qué cosa es amor, mujeres, díganme si yo lo tengo en el corazón.

Aquello que yo siento les diré, es para mí nuevo, comprenderlo no sé.

Siento un afecto lleno de deseo, que ora es placer, ora es martirio.

Me hielo y después siento el alma inflamar, y en un momento me vuelvo a helar.

Busco un bien fuera de mí, no sé quién lo tiene, no sé qué es.

Suspiro y gimo sin querer, palpito y tiemblo sin saber.

No encuentro paz ni de noche ni de día, y sin embargo me gusta languidecer así.

Ustedes que saben qué cosa es amor, mujeres, díganme si yo lo tengo en el corazón."

jueves, 19 de septiembre de 2013

CASI lo mismo, pero no...

Verán, la vez pasada con Pacha quedó pendiente un tema también hablado ese día de los Dominicanos .

Enamorarse o amar: That's the question!

¿Una? ¿La otra? Las dos? ¿Ninguna (fea la actitud)?

Es un tema que generalmente se presta a confusión, peleas y/o desilusiones, cuando no (en los mejores casos) todo bien y se le da para adelante.

En nuestra opinión la diferencia entre una y la otra es que enamorarse implica idealizar tooooodo de la otra persona, y amar es el famoso "el/ella es... pero lo/la amo igual".

Enamorarse generalmente viene primero, cuando estás viendo pajaritos de colores, todo es genial, son tal para cual, juntos para todos lados, etc. Esta etapa el problema que tiene es su efimeridad, dura poco y nada, y es la más fácil para comerse garrones.

¿Por?

Porque es más fácil que la otra persona haga algo que no estaba previsto dentro de esa burbuja en que se le metió (y probablemente no supiera que lo estaba), entonces vienen las peleas, el reproche o, peor aún, esa llorada (en caso grave, obvio) en la almohada, generalmente seguida por un "bueeeeno, todo muy lindo, peeeeeero... chau (!)". Eso de la parte desilusionada.

¿Y de la otra parte?

Sencillo: casi siempre un "¿Eeeehhh? ¿Y eso?"... y un remo (si tiene suerte).

Amar es distinto. Muy. Primero y principal, generalmente aguanta más, especialmente si no se mandan mocos grandes. Y ahí viene la segunda y no por eso menos importante: tolerancia. Es lo que lleva a la supervivencia durante un lapso más prolongado. No decíamos de hacer la vista gorda por cualquier cosa que pase, pero sí el hecho de que, antes de fletar (!) directamente "derecho viejo" (como dicen los abuelos), tomarse un momento, respirar, hablar y ponerse en el lugar del otro. ¡Ojo! Las peleas están igual, pero de vez en cuando aprender a callarse la boca y, llegado el caso, hablar con las aguas más calmas, ayuda a la longevidad del sentimiento.

Ahora, el tema sexos es complicado. ¿A qué voy? A que son las mujeres las que mayoritariamente se enamoran más rápido y luego de eso, amar ... o " si te he visto por al menos un tiempo laaaargo no me voy a acordar", cuando no viene la amistad luego de esta última.  Requieren un nivel casi de perfección que la mayoría de las veces (mea culpa total) no estamos listos a dar. Por ahí la disposición está, pero nos lleva tiempo amoldarnos a esta nueva situación, y por ahí en ese lapso... su ruta. Por supuesto, hay pifies y pifies, unos más lights y otros pesados.

En cambio, los hombres pasamos de amistad rápidamente a hormonas y luego, al tiempo, recién aparece el amor hecho y derecho, pero nunca (o rara vez) pasa por la etapa de enamoramiento. Entonces, por ahí se banca de movida algunas cosas que si fuera viceversa ya se llamaría el camión de mudanza de esa empresa conocida porteña de nombre (o apellido) referente al travesaño que sujeta la vela en los barcos (usen el mataburros). 

El mayor problema es... ¡tachán tacháaaaaaan!: ¡que los tiempos no son los mismos!!!!!!!

Por ahí cuando la mujer estaba enamorada el flaco ni bola (o no tanto, tampoco la pavada) y cuando este se avivó (previa pasada por los estadíos que comenté arriba) ya el tren se fué. Pasa. Mucho. Demasiado. Ojo, por ahí hay gente que se tira a la pileta y encuentra agua para las patas.

¿Por? Por dos razones, básicamente:
  1. Que la flaca ya pasó del estar enamorada a amar y se llegó a la conclusión que lo pasado no era tan grave, o
  2. (esta es la complicada y que jode la vida) la mujer aún sigue enamorada y el flaco, que probablemente se mandó un moco grande pero por estar enamorada no lo ve (o -peor aún- para no sentirse sola se lo deja pasar), vuelve a tener chances.
El problema pasa por lo siguiente: hay mucha gente que le encanta joderle la vida a quien lo banca, entonces las mujeres están tan podridas que todos caen la misma bolsa, entonces las posibilidades de que pase 1. se reducen considerablemente.

Aclaro: conozco varios casos en que los roles de mujeres y hombres de amante y enamorado están cruzados, pero son los menos, por eso la generalidad de más arriba.

La otra cuestión es que, por esos apuros de la vida, se espera que todo pase YA, y no, lamento dar la noticia, pero el YA especialmente en los sentimientos ¡NO EXISTE, NO EXISTEEEE!!!!

¿Entonces qué pasa?

Muchos dicen "se acabó el amor" a los... 2 meses. Bueno, 6. Un año. Pero el caso es que NUNCA llegaron al amor, sino que se mantuvo entre enamoramiento y hormonas.  Es el famosísimo "el tema es a la mañana siguiente". O luego de una pelea, donde se descubre que no era todo tan perfecto. La cuestión es si ese "no era tan perfecto" es tan grande como para tirar por la borda lo que pueda estar pasando. El amor no es inmediato, gente. Requiere tiempo y paciencia. Y compartir, aunque sean pavadas. Y no tomarse todo como personal, sino pffffff... respirar, dar una vuelta y hablarlo. Callarse jode. Pero hablar de más también. Eso se aprende con el almanaque, no con mordazas o megáfonos.

No soy quién para dar consejos, pero si hay uno que creo poder dar es que antes de mandar una relación al diablo o pasarse de rosca, tómense un respiro. Las hormonas no van a bajar tan rápido si la otra persona te gusta, y si estás enamorado/a no hay nada mejor que pasar al amor, así te evitás dolores de cabeza (y del corazón) cuando haya alguna diferencia, aunque sea pequeña y por ahí salvable con el tiempo. Y, ese tiempo, también puede ayudar a descubrir que ESE no era el momento y quizás lo sea otro, o por ahí lo que pensabas era el amor de tu vida en realidad es una amistad de esas que dan para largo y tendido.

Como dice el refrán :

"Poquito a poco, hila la vieja el copo."




martes, 3 de septiembre de 2013

La felicida-a-a-a-ad ...

Dedicado a Pacha/Pacenia/Paz F.

El sábado nos juntamos con mi amiga Pacha a tomar unos mates a las 17 y ponernos al día por 4 horas y pico (un tiempito, ponele), además de ver el premundial de básquet (jugaba #ElAlmaArgentina contra Dominicana).

Mate va, mate viene (con receta personal) nos pusimos a hablar de los 14 años que hace nos conocemos -desde el conservatorio de Bahía- y todas las cosas que pasaron/pasan/pasarán -sí, también futurología-, tanto a nivel profesional como personal/afectivo en la vida de c/u. En GRAN medida con ella tuvimos vidas paralelas en muchos sentidos, así que sabemos más o menos cómo piensa el otro, más allá de que no coincidamos la mayoría de las veces.

La cuestión, entre parla y parla terminamos definiendo algunas cosas. ¿Por ejemplo? Acerca de lo que significa la felicidad.

¿Lo qué?

Sí, la felicidad.

Hay gente para la que la felicidad significa ir a un recital, para unos el trabajo soñado, para otros viajar y para los de más allá ver que los demás son felices los hace felices a su vez. En este último caso no estábamos hablando específicamente de actividades solidarias (por caso) sino de aquellos/as con los/as cuales se tuvo relación afectiva en algún momento de la vida.

Y siguiendo con esa idea: si se fué feliz con esa persona y (se supone que) el/la parteneire  también sintió algo similar, por qué no desear que lo siga siendo a posteriori de la relación?

Sería una especie de "sé feliz y deja ser feliz". El caso es que para llevar a cabo esa frase y no quede sólo en palabras hay que cerrar cuestiones internas, sino se complica. Como por ejemplo, permitir/se hablar y ponerse de acuerdo, más allá de que guste (o no) en ese momento que la cosa se termine o quede en inpass (término noventoso pero que aplica), sea por la razón que fuere.

Nadie dice que sea fácil. De hecho, generalmente uno/a termina con un agujero importante, siente que el mundo se viene abajo, se quiere romper todo, etc etc etc (a elección). Por tanto, implica asumir cosas y (por lo menos pensar en) seguir adelante. La cuestión es no bajar persiana, sino asumir como una etapa de la vida, ni más ni menos. Más larga, más corta, mejor, peor, pero etapa al fin y al cabo. De nada sirve hacer como si nunca hubiera existido sino aprender de ello. Ojo, tampoco poner a todas las personas (o la misma en otro momento) en el mismo molde porque (por ahí) c/u es un mundo con todas sus cuestiones, y se corre el riesgo que el otro haga lo mismo y se termine anulando una relación (y no hablo solamente de amor de pareja, también pasa en amistades) simplemente por preconceptos, cuando con cerrar por un rato el manual y levantar la vista se encuentran otras cosas fuera de programa y si nos permiten (y permitimos) se puede ampliar el panorama. Y permiten/permitir/permitirmos ser felices. Y volvimos al punto.

Y sí, desear felicidad no está mal.

Y seguir adelante no está mal.

Y permitir ponerse de acuerdo no está mal.

Y cambiar la perspectiva no está mal.

Y cerrar el manual de cuando en cuando no está mal.


...


¿Ah? ¿Que cómo terminó el partido?

Horrible, ganó Dominicana por paliza.