martes, 26 de noviembre de 2013

Mi vida yo XXI. ¿Y por qué no...

ocho años más tarde?

Corría el año 2005. Sí, corría. Iba tan rápido que no me daban las gambas para alcanzarlo. En diciembre de ese año  yo estaba TAN para atrás económicamente que tuve que dejar de estudiar en el Conservatorio de Música G. Gilardi de La Plata para entrar a trabajar como telefonista en una remisería. Ya para esto tenía cursados y aprobados los tres años de formación básica y el primero de la carrera. Un garrón.

Pasaron los años y retomé canto en forma particular. La verdad está bueno eso ya que vas a tu ritmo, sin imposición de exámenes, caras de traste en las mesas, peleas entre profes y demases yerbas. Es decir, la carrera estaba buena, pero sería mejor si se dejaran los divismos de vez en cuando de lado y todos tiraran para el mismo lado, es decir la formación de profesionales de la música.

Por otra parte, gracias al empuje de ya sabemos quién empecé la Tecnicatura en Administración de Empresas a mediados del 2009, y en este momento estoy terminando de rendir los últimos exámenes finales... de la carrera. Sí, con algo de suerte ya finiquito esto, que con mucho esfuerzo se logró llevar hasta las últimas... consecuencias? Algo así.

Y ahí vino la pregunta... ahora qué?

Si bien el tema trabajo viene/sigue mal, no me gusta quedarme de brazos cruzados, para nada. Entonces, pensé en el tema de hacer otra carrera. Me ofrecieron seguir lo de Admin pero a nivel "Ciclo de Licenciatura" en Lanús. Es arancelado pero a precio accesible, dos o tres años, bla bla. La verdad estaba tentador, pero francamente no tenía ganas de seguir con lo mismo. Además, nadie me asegura que seguirme quemando las pestañas hasta los 30 y largos (ya llevo casi 34 en mi haber) y obtener el dichoso título me garantice laburo por ese lado. Así que me puse a buscar otras carreras, algo más cortas o que me abran el abanico de posibilidades, no quedarme en un solo punto.

Así que mirando, mirando, Protocolo y Ceremonial, Sistemas, docencia, música... música... y por qué no? Ya tengo una base razonablemente buena (un tanto enpolvada pero buena), no me debería costar tanto. Además, ya tengo las neuronas bastante quemadas de planillas de cálculo, planeamiento, organigramas, análisis de balances. No digo que no tenga facilidad y gusto por esto (de hecho mi bachillerato es en gestión y administración), pero si me las voy a seguir quemando que sea con otra cosa. Además no me gusta dejar sin cerrar las cosas. Nunca. Ya lo saben. Me tomaré mi tiempo, pero lo intento.

Por tanto la semana pasada me inscribí en el Conservatorio Manuel de Falla, acá en Bs. As. Por suerte me aceptan todas las materias que cursé, así que me ahorro un trecho. Empiezo el año que viene, con algo de suerte y buena voluntad. No para la carrera de canto (ya comenté las razones más arriba), sino Dirección Coral. Por suerte el título también me habilitaría para dar clases. No es que me vea parado frente a esos pichones de Satán (no soy del tipo condescendiente, ni ante los alumnos ni... los padres), sino para poder acceder a los cargos administrativos en un futuro no tan lejano. Veremos...

2014. Año de cambios.

Y en poco tiempo más novedades...

Sí, más.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mi vida yo XX*

Hablamos. Dijimos lo que teníamos dentro. Dudas, miedos, realidades... sensaciones. Viejas y nuevas. De ida y de vuelta. Sin filtro ni red, sabiendo que cada cosa podía ser un puñal o una media vuelta. Ante cada escrito o al tiempo.


Aclarando para que no oscurezca...
... o algo así.

No sé que pasará de ahora en más. No creo (ni quiero) que la sangre llegue al río.

Veremos...

*sí, doble equis, casi explícito.