sábado, 21 de junio de 2014

Mi vida yo XXIV, o "lo que no pasa".

Iba a escribir un "Para vos" pero no. Quizás en otro momento.

Y como un minero vuelvo otra vez al pozo, buscando otra cosa más que carbón o simplemente revisando de no haberse dejado nada antes de abandonarla, corriendo riesgos, sí, de quedarse sin aire o simplemente un derrumbe, aquí estoy.

Hoy voy a hablarles de lo que se siente. Qué es lo que siente una persona. Qué es lo que siente una persona cuando junta en su currículum 5 años y medio de experiencia como recepcionista/auxiliar administrativo en organismos internacionales de primera línea, en forma tercerizada pero trabajando a la par de cualquier empleado directo, 6 meses por contrato -también en forma tercerizada- en una oficina gubernamental de las pesadas como asistente técnico/atención al público-cliente/auxiliar-cadete administrativo, mientras tanto completar las cursadas de una tecnicatura en administración de empresas -restando tres finales- y a pesar de eso... llevar (se cumple en poco tiempo) casi 2 años sin empleo estable, salvo alguna clase particular y poco más.

No sé. Quizás para algunos estaré sobrecalificado por los lugares donde trabajé, para otros no les gusten estos lugares, para los de mas allá la edad no les sirva, para otros más soy muy senior para junior y muy junior para senior pero la cuestión es sencilla: la cosa no funciona.

Y no soy una persona complicada, para nada. Al contrario, me estoy postulando para diferentes tipos de trabajo (recepcionista, asistente, archivo, auxiliar administrativo, atención al público) hasta call center, y nada. Y tampoco soy exigente con respecto al tema horarios (full o part time) ni remuneración...

La verdad me siento frustrado. Muy. Intentar, intentar e intentar y nada. Sin oportunidades, sin entrevistas, sin posibilidad de demostrar nada... directamente no existir. Como en tantas otras cosas de mi vida: ignorancia plena, pero esta encima duele más porque me están quitando la autoestima, haciendo que pierda la confianza y ya no saber qué hacer. Acá no es como en otras cuestiones en que puedo decir "bueno, hice todo lo que pude, ya no depende de mí", para nada. Me están matando, lentamente. No del cuerpo -no soy de esos-, pero sí del alma y el corazón. Estar dependiendo de otros hasta para las cosas más básicas... eso es perder la dignidad. Y eso es lo que me pasa, me siento peor que nunca.

Frustración...




¿Hasta cuándo?

No hay comentarios: