miércoles, 16 de septiembre de 2009

"Vivir..." (relato)

"Ayer...

qué gran día no? Ni vos ni yo lo esperábamos, pero se dió.

A la mañana, con el mailcito de "Buenos días!" que siempre nos escribimos como diciendo "siempre me acuerdo de vos ;-) ", en un ida y vuelta casi permanente mientras nuestros tiempos laborales lo permiten.
A la salida, fuimos a tomar un café para contarnos esas cosas que por mail son medio engorrosas de explicar, los dimes y diretes del laburo, la flia y todo eso, tratando de calmar al otro y poniendo esa oreja amiga que siempre se necesita.
Después de eso, el viaje de vuelta en el cole charlando las pavadas, agarrados de la mano, mirándonos a los ojos, y cuando el cansancio nos vence, tu cabeza en mi hombro buscando ese remanso, esa misma paz que yo siento cada vez que estás conmigo.
Llegamos... Casi pasamos de largo! jajaja Nos reímos mucho mientras tocábamos el timbre como locos al chofer que nos miraba con odio, vociferando: "¡Ya sé que se bajan, pero esperen a llegar a la parada!!! "

Ya en la puerta, vos te paraste en el escalón para quedar (más o menos, no te creas...) a la misma altura y despedirnos. No sé como pasó, pero ambos empezamos a llorar (de felicidad o tristeza? who knows) sin poder decir nada, pero los ojos hablaron... Sí, esas cosas de las que tanto se escriben pero poco se cree, pasó! Decían muchas cosas que se atropellaban unas a otras, pero algo quedó en claro: en ese momento no estábamos solos, nos teníamos el uno al otro. Por cuánto tiempo y de qué manera no lo sabíamos, y en el fondo no queríamos saberlo, tener consciencia que, como todas las cosas en las que interviene el ser humano, algo puede fallar.
Pero el corazón no traiciona, siempre dice la verdad, aunque no querramos escucharlo. No era un error, tenía que pasar, lo inevitable en su más amplia definición.
Nos despedimos sin decir nada, ambos sabíamos lo que significaba...

Ayer...

te soñé. "

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