
Sabés algo?
Cada tanto me pasa. Sí, cada tanto pienso en vos, qué estarás haciendo de tu vida, esas cosas simples, sencillas, cotidianas.
Te vi (nos vimos?) un par de veces a la pasada en este lapso es cierto, así medio a la distancia (sin palabras, tal cual lo pediste) como para no cortar lo que quedamos, ese silencio aveces necesario. Perpetuo? El tiempo lo dirá, supongo.
Aveces pienso en mis amigos como los horrocruxes de Tom Riddle (puede ser una pendejada de mi parte, una más...), cosas o personas donde se dejan pedacitos del alma/vida asociados en forma inequívoca unas con otras. No se pierden, quedan ocultos bajo montones de cosas -verdaderas y de las otras-, esperando a ser descubiertas nuevamente aunque sea en la memoria como esos momentos en que se fué feliz y la vida valió un poco más la pena ser vivida. Porque en definitiva los amigos son ese extra que nos hace sentir importantes aunque sea un ratito, el dulce (marroc por caso) después de la comida.
Ojalá estés bien. Yo sé que sí, sos fuerte, muy fuerte e inteligente. Te lo merecerías, por lo menos.
Hasta la próxima vuelta de la vida...