jueves, 12 de agosto de 2010

Vientos y mareas

Los otros días estaba leyendo (entre otras cosas) acerca del arriesgar, el salir aunque sea por un instante de ese antro feroz e insaciable que nos invita cada vez más a la comodidad de lo conocido, las ideas pre-establecidas y todo eso.

El arriesgar por definición no puede ser permanente, sino en forma salpicada. Si es regla no sirve, porque pasaría a ser lo normal y lo "distinto" sería una actitud pasiva (algo así como el Yin & Yang).

En los últimos tiempos he tenido la extraña e inquietante experiencia de la pasividad (ossia, no hacer nada) dejando que todo fluya mansamente... pero vaya uno a saber por qué razón se entiende que he actuado en forma activa, movido (quizás) por el inconciente (!).


Será la falta de costumbre de que me porte bien?






Pd: mirar fijamente la foto es perjudicial para la salud...

No hay comentarios: