lunes, 19 de septiembre de 2011

Sin título 22

... y no sé por qué aquella botella de vino me dijo muchas cosas, dándome un beso en los labios y cerrando mis ojos hasta quién sabe cuándo. Quizás, como toda mujer, quiso darme su interior y dejarme marcas imborrables por un rato, sabores mezclados y un tanto confusos de los tiempos transcurridos juntos.




y cuando desperté, como toda mujer... ya te habías ido.

6 comentarios:

Reina dijo...

Lindo eso de "como toda mujer, quiso darme su interior y dejarme marcas imborrables" es un sentimiento muy femenino... :)

Gabriel I. dijo...

Cierto. Es que en mi poca/mucha (no viene al caso) experiencia noté eso como patrón común, el dar hasta lo último de sí por la otra persona y nadie (pero NADIE) puede decir sin mentir que pasó como si nada.

El Gaucho Santillán dijo...

Buena analogìa.

Las mujeres se entregan mas, es verdad.

Un abrazo.

Gabriel I. dijo...

Así es, Gaucho. Abrazo!

Pato dijo...

El irse creo que está mas en la condición masculina, que en la femenina, pero puedo estar equivodada o ser de otra época.

Ohhhh me dio un ataque de vegestud!!!!!

Besos!

Gabriel I. dijo...

Vos sabés que en estos tiempos es más femenina que masculina?
Creo que como los hombres somos cada vez más feos (o las mujeres aumentaron su exigencia) tendemos a quedarmos simplemente por lo difícil que será conseguir otra que nos banque jajajaja
Igualmente después tenemos revancha, pues cuando se acercan o están en la treintena aceptan cualquier cosa XD