miércoles, 8 de agosto de 2012

Quizás porque...

De una tarde como todas a una noche como ninguna... no quizo escuchar soledades que le dijeran lo bien que se sentían sus brazos vacíos. No hoy al menos...



... y no pudo decir NO.

2 comentarios:

Reina dijo...

Hay noches en las que ya no queremos escuchar soledades... :(

Gabriel I. dijo...

Así es, Reina. Y también está el tema de que no necesariamente el dormir con alguien implica estar acompañado, así como el estar siempre con alguien no hace desear un momento de soledad de cuando en cuando.

El ser humano es complicado, oh sí!