jueves, 24 de septiembre de 2015

Descubrimiento... (Mi vida yo XXXII)

Hoy me cayó el baldazo / la ficha / me movieron la estantería o como lo prefieran llamar, para el caso es lo mismo.

Durante buena parte de mi vida jugué al duro, al bastón para todos, al "lo mío no importa, contame vos" y así, no tanto por decisión propia sino por el entorno. Claro, a todos les resulta más sencillo hablar que escuchar. Quizás sea soledad, frustraciones o lo que fuere. Yo no.

La cuestión es que, consciente o inconscientemente, el maquillaje de "está todo bien", darle para adelante y todo eso se fué haciendo cada vez más fuerte, a tal punto que no llegaba a verme. Y, la verdad, me acostumbré a eso.

Hoy tuve una entrevista laboral en una consultora, una de las tantas. En un momento, me pregunta:

"Y cuáles variables pensaste en tu tiempo de desempleo?"

Y empecé a hablar, hablar y hablar. Luego su respuesta (aproximadamente) fué:

"Te diste cuenta de las vueltas que diste para responder una pregunta directa? Muchas veces esa dispersión, no llegar al punto, significa evasión, y desorden, cuando no el querer abarcar todo al mismo tiempo y hasta un poco de autoboicot. Como devolución, yo te diría que para futuras entrevistas te ordenes para ser claro y no irte en matices, te hagas una lista de las cosas que aprendiste y demás durante tus distintas etapas, con qué características empezaste tu vida laboral y cuales son ahora. Eso te va a ayudar mucho y que sea una entrevista de igual a igual, que vos también decidas. No te dejes llevar por miedos a nuevas frustraciones."

Luego de analizar un momento sus palabras, le expliqué que, justamente, tantas entrevistas que al final no se dieron me llenaron de inseguridades acerca de lo que corresponde o no decir.

Al finalizar dijo que me iba a poner en la lista para una segunda entrevista, volvió a hacer hincapié en lo anteriormente mencionado, le agradecí la confianza y me fuí.

Pensándolo (un poco) más detenidamente... tiene razón. Lo peor de todo es que esta observación profunda de mí, no la hizo ni un amigo, ni un familiar, nadie cercano que (supuestamente) me conoce más... me la dijo un RRHH en una entrevista. NADIE se detuvo 5 minutos en prestarme atención, todos están enfrascados en la suya.

Me siento frustradísimo, mucho, completamente apichonado. Como si siempre faltaran cinco para el peso, y no está bueno. Y no me refiero a lo laboral solamente, sino también a lo personal. Intentar, intentar, vivir intentando, y cayendo y levantarse y volverse a caer y así. Estoy cansado. Cada vez me cuesta más ser el "Gabriel esto", "Gabriel lo otro" y estar siempre para los demás.

Y yo cuándo? Realmente le importaré a alguien?

Reflexiones...

10 comentarios:

Asturiela dijo...

Creo entenderte (desde mi perspectiva) siempre hablamos de nosotros y eso no tiene nada de malo, pero el problema en que nunca nos detenemos, o se detienen con nosotros a preguntarnos ¿cómo estás? Hoy pensé justamente lo mismo, escribiré sobre eso :)

Por cierto, ¿Cómo estás ahora, Gabriel?

Veinteava dijo...

¡Buenas, Gabi!

¿Sabés el valor de la escucha en estos tiempos donde todo el mundo quiere decir? ¿Sabés justamente por qué casi la mayoría de la gente se interrumpe y se amontona al hablar? Está en juego la enorme necesidad de ser escuchados, leídos, recibidos, en un tiempo de tan poca reflexión sobre ciertas cosas. Para mí desde ese punto de vista, jamás tenés que disminuir una capacidad maravillosa. Hay gente que pasa la vida sin poder escuchar al otro y se convierte en un ser humano egoísta y lleno de recelos, de muros respecto a los otros.

También entiendo que puedas sentirte frustrado y quizá justo en este momento donde están siendo puestos sobre el tapete varios aspectos de tu vida, tomás noción de lo importante que es que hables. No de los demás o para los demás, sino de vos. ¡No te das una idea de lo bien que hace hablar de ciertas cosas, aunque el dicho popular diga que es mejor no hacerlo!
De verdad, no es sanata. Hablar cura, alivia, drena frustraciones, dolores, resquemores, miedos, dudas e incluso discrepancias con los otros.

¿Qué rescato de todo esto? Que pese a todo este miedo, pese a la frustración, vos seguís intentándolo. Vos te caerás cien veces pero lo más valorable de la gente es la capacidad de regenerarse, de levantarse. No todo el mundo la tiene ¿sabés? Sé que quizá dentro de esa máscara, de esa fachada, de ese "todo bien permanente" también esté incluido esto de que siempre tenés que poder levantarte, poder seguir adelante, tener que hacerlo, tener que estar siempre bien. Y... A mi manera de ver, hay mucha gente que carece de esa fuerza para tolerar la frustración y seguir las veces que haga falta para adelante. El que uno lo "naturalice" no quiere decir que sea algo normal. Valorá esa capacidad de seguir, porque es muy digno el hacerlo.

En fin... Me estoy extendiendo bastante para ser un comentario.
Espero que estés mejor y que esto sea un clic positivo más allá de todo.

¡Te mando un beso!

PD: si te dan ganas y querés hablar de vos, tengo un correo de lectores en el margen derecho de mi blog.













Gabriel I. dijo...

Ufff.... a ver:

Asturiela (o el nombre de la vida ;) ): Algo de eso hay. La falta de freno para ver dónde se está parado y no seguir a toda marcha, hace que se nos pasen cosas propias -y ajenas-, vemos lo superficial, lo inmediato... y en ocasiones es muy tarde.

Veinteava: Ojo, está bien seguir intentando, pero la repetición sin sentido "hasta que salga" tiene un límite. Como decía Einstein, no se van a obtener distintos resultados si siempre se hace lo mismo. Para trabajar una piedra, por ejemplo, tenés que ir puliendo y emparejando los distintos lados, sino se va a terminar rompiendo.
Con respecto al click, en cierto modo me vino bien, dándome vueltas en el marote y sacándome de mi comodidad varios días. De hecho, hubo un par de moqueras entre medio, máxime que al tener que cantar este fin de semana que pasó -mas cuestiones familiares- uno anda con los sentimientos a flor de piel.

En fin, calculo que algo saldrá de todo esto...

Gracias, chicas!

Doamna care plânge dijo...

Hola pasaba a devolverte la visita, espero que la situación mejore, Te deseo lo mejor de blogger a blogger y espero que nos sigamos leyendo.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Así como te planteo algo interesante, le diste una interesante respuesta, lo de las entrevistas que no se dan pueden incentivar inseguridades.
Tal vez tu lúcida respuesta influyó en que te pasara a una segunda entrevista.
A veces alguna gente que no es cercana puede aportar alguna idea interesante.
A lo mejor el punto de vista más certero no es el más cercano. Y eso literal como metaforicamente.

Gabriel I. dijo...

Hola Doamna, tanto tiempo! Ojalá sea así. De hecho, leo bastante la página de facebook que tenés, me resulta muy interesante Beso!

Demiurgo: Iba a responderte otra cosa, pero me pareció que diste en el clavo con lo de "A lo mejor el punto de vista más certero no es el más cercano. Y eso literal como metafóricamente" . Es tal cual, aunque en ocasiones eso duela. Sobre lo de la entrevista... quizás. Por lo pronto ya la tuve y no pasé, si bien le hice caso y salí conforme de ella. Hay derrotas que son triunfos, parafraseando el refrán popular, y en este caso el triunfo fué aprender a conocerme mejor. Abrazo!

SOL dijo...

Te entiendo, la mayor parte del tiempo tengo esa sensación, pero entendí algo... no siempre es culpa de los demás, la gente compra el personaje que uno les vende. Si siempre te mostras fuerte, que siempre estás bien y no necesitas de nadie porque te la bancas re bien solo, lo más probable es que la gente se lo crea, aunque sea la mentira más grande del universo. A mi no me sale ni a palos pero si podés, fijate si te sale empezar a sincerarte con alguien y decirle lo que realmente te pasa y cómo te sentís, a ver qué pasa y sino siempre existirán los blogs anónimos ;)

Saludos!

Gabriel I. dijo...

Mirá quién apareció, la que va de un lado a otro!!!!!!! jajajajajajajaja

Bueno, de anónimos casi casi, hoy en día no es imposiiiiiible rastrear jajaja
Es loco eso que decís, porque siempre fuí al que todos querían fajar y me tuve que poner la máscara de "todo bien". Habrá que volver a lo anterior para cerrar el círculo? Eso sí, con otra perspectiva porque el calendario -se supone que- no pasa de gusto, nomás.

Un beso, nena!

SOL dijo...

Y no... si eras el insoportable que siempre andaba con los mismos dramas, mejor no vuelvas a eso, pero los extremos nunca son buenos (claro que lo dice la voz de la experiencia, por eso sé que no son buenos) Andá a terapia, qué se yo... jajaja

Gabriel I. dijo...

Mismos dramas no, pero sí el que no se metía en las boludeces en que andaba el resto. Viste como es, si no pertenecés estás en contra y bueh... De todas maneras casi siempre me las arreglaba para salir bastante indemne, salvo alguna que vino... pero volvió recargada jajaja . De terapia no creo, al menos por ahora.