lunes, 28 de diciembre de 2009

Milagros...

Esta historia me llegó por mail ya hace bastante tiempo y me pareció muy bonita para compartirla con uds. Sé que dije que en una de esas no volvía hasta el año próximo (como si faltara tanto...) pero bueno, ahí va...


---------------------------------------------------------------


Una pequeña niña fué a su habitación y sacó un frasco que estaba escondido en su closet.

Esparció su contenido en el suelo y contó con cuidado. Tres veces, incluso. el total fue contado a la perfección. No había cabida a errores.

Con cuidado regresó las monedas al frasco y cerrando la tapadera, ella salió sigilosamente por la puerta trasera y caminó 6 cuadras hasta la Farmacia de Rexall, que tenía un gran signo de jefe indio sobre la puerta.

Ella esperó pacientemente a que el farmacéutico le prestara atención, pero estaba muy ocupado por el momento.
Tere movió sus pies para que rechinaran sus zapatos. Nada.
Se aclaró la garganta lo mas fuerte que pudo. No sirvió de nada.
Finalmente tomó 25 centavos del frasco y tocó en el mostrador de cristal. Con eso fue suficiente!

'Y qué es lo que quieres? ' le preguntó el farmacéutico con tono de disgusto
en la voz. 'Estoy hablando con mi hermano que viene de Chicago y no lo he visto en años', le dijo el farmacéutico.

'Bueno, quiero hablarle acerca de mi hermano ' , Tere le contestó con el mismo tono de impaciencia. ' El está realmente muy, muy enfermo . . . y quiero comprar un milagro ' .

'Perdón ? ' dijo el farmacéutico.

'Su nombre es Andrés y algo malo ha estado creciendo en su cabeza y mi papi dice que sólo un milagro puede salvarlo. Ahora dime, cuanto cuesta un milagro? '

'Nosotros no vendemos milagros aqui, chiquita. Lo siento pero no puedo ayudarte ' , dijo el farmacéutico, con voz suave.

'Oye, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte. Sólo dime cuanto cuesta '

El hermano del farmacéutico era un hombre muy bien vestido. Intervino y le
preguntó a la niñita, ' Que clase de milagro necesita tu hermano? '

'No sé', replicó Tere, con los ojos muy abiertos. 'Yo sólo se que está muy enfermo
y mami dice que necesita una operación. Pero mi papi no puede pagarla, por eso quiero usar mi dinero '.

'Cuánto tienes? ' , le preguntó el hombre de Chicago

'Un dólar con diez y once centavos ' , contestó Tere, apenas audible. 'Y ese es todo el dinero que tengo, pero puedo conseguir más si es necesario'

'Bueno, que coincidencia ' , sonrió el hombre. 'Un dólar y once centavos... el precio exacto de un milagro para los hermanitos ' .

El tomó el dinero en sus manos y con la otra sostuvo su manita enguantada
y dijo ' Llévame a donde vives. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres.
Veamos si tengo el milagro que necesitas '

Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especializado en neuro-cirujía.

La operacion fue completamente gratis y sin cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que Andrés regresó sano a casa.

Mami y papi comentaron felices la cadena de eventos que les trajo a todo
esto. 'Esa cirujía ' , susurraba su madre, ' fue un milagro real. Ya me imagino cuánto podría costar? '

Tere sonrió. Ella sabía exactamente cuanto cuesta un milagro. . . un dólar con once centavos. . . más la fe de una chiquilla.

No hay comentarios: