lunes, 21 de noviembre de 2011

Lugar y tiempo equivocado.

"Se despertó en aquel momento mientras el sol brillaba plenamente a través de la ventana sin cortinas. Lentamente abrió un ojo  y luego otro, como temiendo que se le desprendieran los párpados. El dolor corporal, la botella de vino por la mitad y algunas manchas blancas sobre la mesa de luz indicaban con señales inequívocas que la noche fué muy agitada... quizás demasiado.

Luego de unos minutos de permanecer en la cama observando el techo de la habitación esperando que se ordenen sus pensamientos intentó lentamente apoyarse sobre sus codos... intentó... en vano.
Por más que su cerebro daba la orden a sus extremidades superiores estas no respondían, yacían fláccidas a los costados de su cuerpo, inertes. A su vez las piernas tampoco parecían formar parte de su cuerpo, encontrándose sin tonicidad muscular alguna.

Dirigió su mirada hacia la puerta entrecerrada, donde vió a una persona a medio vestir que llevaba una jeringa en la mano derecha. Le pareció recordar sus facciones de algún sitio pero no podía asegurarlo, tan embotados se encontraban sus sentidos.

Un "ya despertó" susurrado -pero no lo suficiente para evitar ser escuchado- y el acercarse de esta persona con pisadas pesadas que hacían crujir el suelo de madera lo inquietaron sobremanera. Se miraron a los ojos unos instantes antes de recibir la inyección . Intentó gritar pero era inútil, nada detendría el ingresar del contenido a su torrente sanguíneo, sintiendo con dolor el avanzar del líquido en su cuerpo. Le faltaba el aire, se ahogaba...

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Alguien lo golpeaba en su hombro, primero suave  y luego fuertemente.

-Disculpe que lo despierte, pero ya llegamos. El recorrido termina acá.

Soñoliento e intranquilo, se dirigió lentamente a la escalera del colectivo.

-Muchas gracias. Le agradeceré si coloca la rampa- respondió. "

3 comentarios:

Reina dijo...

Menos mal que era un sueño... pesadilla, mejor dicho... la jeringa ya me estaba asustando y eso que no le temo a las inyeciones... :(

Pato dijo...

Qué bueno!!

Sentí que el recorrido del líquido, era el mismo que el recorrido del colectivo, no sé algo muy onírico pero la idea o imagen que se me formó con el relato es genial!

Besos

Gabriel I. dijo...

Reina: no sé si estas pesadillas no formaban parte de su pensamiento inconsciente (probablemente sí). Es una idea ciertamente perturbadora la de las inyecciones contra la voluntad... un beso!

Patito: No lo había pensado de esa manera, pero puede ser que exista esa relación entre el líquido, el cuerpo, el viaje, la vida misma... Me la dejaste picando. Un beso!