domingo, 8 de mayo de 2011

Sin título 10

"Era una lluvia otoñal de las clásicas, conjugando ráfagas de agua y aire, azotando todo a su paso. Sabía que no duraría mucho, nunca lo hacía.

Observé detenidamente las huellas en el barro que cubría las aceras, y mis sentidos indicaban que no eran sólo dos...

Crujían las ramas bajo este cielo a causa del viento. Más y más fuerte la tormenta arreciaba, hasta que un relámpago iluminó la noche y mostró  a mis ojos unos enmarañados cabellos pegados a un rostro... "


(continúa en Sin título 11)

3 comentarios:

Laura dijo...

A su propio rostro o a otro??????

Reina dijo...

Interesante relato que invita a seguir...
Queremos saber más...!!! ;)

Gabriel I. dijo...

El cabello de una persona estaba pegado a su rostro, Lola ;-)

Reina, ya salió una segunda entrega ;-)