lunes, 4 de julio de 2011

Sin título 19

 -... y la ventana dijo "chau".

- Cómo la ventana?

-Sí, del otro lado había una cortina y detrás de ella una pared, pero en el medio de ambas vacío, pero no lo sabía, no no. Entonces de golpe una corriente de viento bastante fuerte la abrió de golpe (a la ventana), mostrando la nada en el interior de la habitación que daba a la calle. Evidentemente no había nadie ahí, y si lo hubo se fué. Para qué se iba a quedar?

Y ante la innegable realidad... calló.

6 comentarios:

Reina dijo...

Cuando ya no hay nadie, para qué quedarse...?


Quizás a esperar que regrese...;)

Gabriel I. dijo...

Perhaps... creo que el mundo se mueve a base de esperanzas por más vanas que sean, no?

lo importante es no confundir lo innegable con la primera impresión. Quizás salió para volver al rato... vaya uno a saber. ;-)

Yoni Bigud dijo...

Sin embargo yo creo que los mejores momentos para quedarse son cuando no hay nadie.

Un saludo.

Gabriel I. dijo...

Usted es un pícaro de aquéllos, estimado! Ya lo veo siendo pequeño invitando a sus amiguit@s a jugar cuando su madre no estaba jajajaja ;-)

Carla dijo...

Puede que el aire sea alguien, o nuestra sombra que nos acompañe. Me gusta tu blog.

Gabriel I. dijo...

Hola Carla! Me gusta pensar que el aire siempre es alguien mostrando su presencia para que no lo olvidemos.

Muchas gracias por pasar! :-D