miércoles, 15 de junio de 2011

He dicho XIV.

Hay sinceridades que tienen un alto porcentaje de suicidio / asesinato (o ambas a la vez), definitivamente.

Amiguita, lo tuyo es para la horca... que lo sepas.

5 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

¿¿sincericidio??

(no creo que merezca esa horca)

Besos.

Gabriel I. dijo...

La horca es uno de esos tantos elementos que sirven para ambas cosas, por eso la elegí.

El problema es que el sinceramiento de esta amiga tiene ambas consecuencias, pero la causa es la misma: el entregar en bandeja sus temores a gente que puede causar complicaciones de las pesadas. Casi como dice el tango: "arrésteme sargento, y póngame cadenas".

No puedo ser demasiado específico, pero te aseguro que yo en su lugar no lo hubiera hecho.
En fin, cada cual...

Reina dijo...

Me hago cargo... ;)
Arrésteme sargento pero no me ahorque que le temo a la falta de aire....... ;)

Yoni Bigud dijo...

La siceridad en su estado más puro requiere un poco de todo eso. Por eso no abunda.

Un saludo.

Gabriel I. dijo...

Reina: un servidor tiene varias de ésas... llevo gastada la vida 31. Oh Dios! Si tengo 31 años... estoy muerto! O.o

Yoni: pero a usté (como abogado que es) le parece que sea rentable hacerlo SIEMPRE? Hay confidentes que parecen más bien verdugos. Me extraña araña!