martes, 28 de junio de 2011

He dicho XVI (o "y después nos quejamos")

Pocas cosas peores que un hombre histérico. Lo único bueno es que llegado el caso una mano se puede acercar a su rostro sin ningún cargo de conciencia.


No te banco!

3 comentarios:

Reina dijo...

jaja... y quién el susodicho...? tu jefe quizás...? ;)

Gabriel I. dijo...

Nuuuu... está bien que se mande mocos (MUCHOS) pero ése defecto no lo tiene... no tiene esa capacidad! jajajaaja (sí cuando quiero soy mala persona)

Nop, resulta que en la oficina cada tanto cae gente del exterior con delirios de grandeza y que es todo "ya", primero quiere blanco, luego negro y al rato fucsia, etc.

Hay que tener paciencia de estatua...

Reina dijo...

jaja... me gustó eso de paciencia de estatua... :)